Con su forma de ser, a veces Sofía la eclipsa, hasta que ella se siente cómoda, se relaja y saca todo lo que tiene dentro..entonces conquista de una manera más profunda, más merecida.
Cuando iba a la guardería había profesoras que se pasaban meses acercándose a verla para que las quisiera o las dejara, al menos, acercarse a ellas. Cuando lo conseguían siempre decían que no habían valorado nunca tanto que un niño las aceptara, porque ella siempre ha elegido a la gente, no se ha regalado nunca por una sonrisa, es más de largo recorrido.
De repente, ella coge una cámara y me enseña una visión de mí misma que me ha sorprendido y emocionado, porque es la suya, midiéndole lógicamente la luz, pero todo lo demás es suyo, y mío, de las dos.. 4 grandes años juntas..