
Seguramente ir a la playa es una de las cosas que más pueden gustarle a un niño. Si además es un niño "de interior" todo le sorprende de una manera diferente. Jugar con piedras fue una constante de mi infancia en Santoña y ahora lo hacen mis hijas.
Da igual lo que creamos que cambian las cosas, algunas siempre estarán ahí.
Por suerte, la imaginación y una playa de piedras pueden regalarnos recuerdos de vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario